La filosofía es muy simple. Si sabes usar un Smartphone también sabes utilizar una aspiradora, un lavavajillas, una plancha o una lavadora. Por no hablar de objetos menos tecnológicos y más rudimentarios como una fregona, una escoba, una bayeta o una esponja. Así surgió Pequeños Amos de Casa, observando a los niños en el día a día. Ana Sancho, una mujer emprendedora que vive en Burgos y que ideó el proyecto, se dio cuenta de que a pesar de todo lo que se ha avanzado en el terreno de la igualdad, todavía queda mucho por hacer.